sábado, 1 de diciembre de 2012

Broma pesada de científicos ancestrales.



                                          
Un artefacto complejo, con una tecnología imposible.




Antikhythera, el mecanismo perfecto.



Casi un fósil, así se muestra en el museo de Atenas.

El solo hecho que publicaciones de ciencia reconocidas y de prestigio como Nature, Scientific American e Investigación y Ciencia en su versión Española y otros medios de comunicación, le dieran cobertura en artículos de primera página, y apoyo investigativo, es motivo suficiente para pensar que se trataba de algo excepcional y extraordinario. Así era, lo que se había descubierto no tenía parangones en los hallazgos de la arqueología, y además no se conocía registro alguno en la historia convencional.




Por lo cual los científicos no pudieron hacer oídos sordos y se vieron obligados a prestar atención a lo que se había descubierto, fue a principios del siglo 20, cuando unos  jóvenes recolectores de esponjas en la isla de Antikhythera, al sur de Grecia, encontraron en el fondo del mar un extraño objeto de metal, que aparentaba ser un reloj  porque mostraba  una serie de engranajes, al principio no se le dio la importancia que se merecía este sensacional hallazgo, que posteriormente y en base a estudios profundos a los que sería sometido, tan profundos como el lugar donde fue encontrado, dejaría a los investigadores sin habla por la complejidad del instrumento. 
Sin embargo, la existencia de este curioso objeto pasó a manos de expertos en diversos ámbitos de la ciencia, que se quedaron pasmados cuando primeramente se calculó su antigüedad, nada menos que  2040 años*, esa fue la datación preliminar, otros análisis más completos le agregaron 200 años, también se encontraron fragmentos de la máquina que se desprendieron por el deterioro bajo el agua. Con todo lo que se encontró y partir de estos, los científicos han tratado de reconstruir el aparato sin lograrlo, y dejarlo como era originalmente.


Cuando se iniciaron las primeras investigaciones se creyó que esta máquina podía predecir las mareas, pero estudios posteriores revelaron que se trata de un aparato increíblemente sofisticado y lo que se tenía en mano podría llegar a ser uno de los más grandes descubrimientos de la historia en esta categoría, más de cien años después de este fabuloso hallazgo, los investigadores comienzan a tener resultados cuando incorporan nuevas tecnologías y este rompecabezas se empieza a armar.



El formidable Engranaje bajo los rayos X.



Científicos de la Universidad de Atenas, la Universidad Aristoteles de Tesalónica y el Museo Arqueológico de Atenas a la par con investigadores de la Universidad Británica de Cardiff entre otros comenzaron un estudio  sobre el ingenioso instrumento mecánico, el grupo de científicos incluye especialistas en materias tales como: astronomía, historia, matemáticas, informática e ingeniería.
Para el año 2005, la compañía de informática Hewlett-Packard contribuyó a la investigación con un sistema de reproducción de imágenes que permitió leer los textos grabados en el artefacto que en la práctica era imposible de leer debido a la corrosión del instrumento, por otra parte X-Tek Systems instaló un scáner "Blade Runner" de 8 toneladas de peso en Atenas para poder leer hasta el más mínimo grabado en la superficie del objeto.






Las conclusiones a las que han llegado los investigadores sobre el origen, construcción y finalidad del objeto son sencillamente impresionantes y aun así no han podido descifrarla completamente.
El aparato es un mecanismo de bronce y madera con las siguientes medidas: 31,5 centímetros de longitud, 19 de anchura y 10 de grosor. Originalmente, el sistema de ruedas dentadas estaba protegido por una caja de madera, hoy casi totalmente perdida, esa caja tenía una puerta frontal y otra trasera, con inscripciones astronómicas que cubrían la mayor parte del exterior del mecanismo.



Reconstrucción del increíble artefacto.

El artefacto es una especie de "ordenador" astronómico de hace más de 2200 años* según las mediciones que se le han hecho, obviamente no todos están de acuerdo con esta datación, con una serie de funciones increíbles, todas ellas al parecer dedicadas a la astronomía y sus aplicaciones prácticas, para su funcionamiento emplea un mecanismo de ruedas y decenas de pequeños engranajes diferenciales metálicos, todos ellos situados con una precisión milimétrica y en perfecta coordinación, algo completamente impensable  para el tiempo en que se cree que fue construido.




El trabajo detallado realizado sobre los engranajes muestra que el mecanismo era capaz de seguir los movimientos astronómicos con una casi total precisión. La calculadora pudo reproducir los movimientos de la Luna y del Sol a través de las constelaciones del zodiaco, predecir eclipses, e incluso, reproducir la órbita irregular de la luna. El equipo de académicos piensa que también podía predecir  las posiciones de algunos planetas o incluso de todos los conocidos en la época. Al parecer puede ser un desarrollo del Planetario de Arquímedes, opinan los investigadores.
Los resultados llegan a la conclusión de que la tecnología con la que contaban los constructores de la máquina fue mucho más avanzada que lo imaginado por cualquier científico actual.
El mecanismo se compone de unas 80 piezas y se encuentra guardado en una urna especial en la capital griega, y está rigurosamente prohibido tocarlo para que no sufra ningún daño, los especialistas pudieron gracias a sus investigaciones crear un modelo informático y posteriormente una réplica física funcional.



Parte del complejo mecanismo.


Todavía no está claro para qué utilizaban exactamente este mecanismo sus creadores, o hasta qué punto estaba extendida esa tecnología, y si es así que otros inventos se habrán perdido en el tiempo, tras este descubrimiento tan asombroso los científicos se muestran realmente impresionados.
Mike Edmunds, astrofísico de la Universidad de Cardiff en Gales declaró: "En nuestros estudios utilizamos los métodos más modernos y ante la técnica de la máquina de Antikhythera nos sentimos avergonzados".



Pero será que esta máquina servía solo para lo que los científicos concluyeron o hay algo más que los expertos no lograron descifrar, y si es así que otros mecanismos habrán construido estos antiguos ingenieros programáticos.

"No existe otro instrumento como éste. Nada comparable aparece en los textos científicos y literarios antiguos. Por el contrario, de lo que sabemos de la ciencia y la tecnología de la época helenística, habría que deducir que un dispositivo así no pudo existir", escribió el físico e historiador de la ciencia el británico Derek  J. de Solla Price en la revista Scientific American en 1959. Tras años de estudio, creía que el artefacto de la antigüedad conocido como la máquina de Antikhythera era un calendario astronómico. Investigadores británicos, griegos y americanos anunciaron en la Revista Nature que han descifrado sus secretos: es una calculadora astronómica, aunque mucho más complicada de lo que De Solla Price sospechaba.



El ordenador y su posible reconstrucción.


Parece tecnología de nuestro tiempo.



Los científicos  han identificado entre los restos del mecanismo un total de 30 ruedas dentadas posiblemente hechas a mano y creen que la máquina original tuvo otras siete, mientras de De Solla Price propuso en su tiempo una reconstrucción de 29 ruedas, y otras dos probables. El historiador de la ciencia François Charette, de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, afirma que el nuevo modelo es "muy seductor y convincente en todos sus detalles", y que obliga a abandonar el de De Solla Price. "Este dispositivo es extraordinario, único en su género, el diseño es bello, y su astronomía exacta" dice Edmunds: "Quien lo construyó lo hizo extraordinariamente bien".



Una de las características del aparato,
la lectura de las constelaciones.



"Los calendarios eran importantes en las sociedades antiguas para establecer las actividades agrícolas y las fechas de festividades, que tenían que ver con los cultos a sus dioses. Los eclipses y los movimientos de los planetas tenían a menudo interpretaciones proféticas, mientras que la tranquila regularidad de los ciclos astronómicos debe de haber sido filosóficamente atractiva en un mundo violento e incierto", explican los autores, entre los que hay astrofísicos, matemáticos, filólogos y arqueólogos, el aparato es tan complicado que no hay otro equiparable hasta que aparecen los primeros relojes mecánicos, prácticamente en plena Edad Media.






"Plantea la cuestión de qué más hicieron los ingenieros de esa época, por su importancia histórica y su rareza, lo considero más valioso que la Mona Lisa "concluye Michael Edmunds, cuyo equipo planea ahora hacer un modelo informático de la máquina y con el tiempo, uno real.

Michael Edmunds y sus colaboradores apuntan en Nature la posible identidad del diseñador de la máquina de Antikhythera. Creen que pudo tratarse del que se deduce fue el primer astrónomo, Hiparco de Nicea o de Rodas (190-120 AC). Matemático y geógrafo, además de astrónomo, vivió en la época en la que algunos suponen se construyó  el enigmático mecanismo y en Rodas, donde murió y de donde se piensa, zarpó el barco romano que aparentemente transportaba el dispositivo.
Hiparco fue uno de los grandes genios de la Grecia de su tiempo.

Llegó  a ser el sucesor de Eratóstenes en la conducción de la Biblioteca de Alejandría y sus hallazgos revolucionaron la astronomía en su época, elaboró un catálogo de 850 estrellas,
clasificadas según su brillo aparente, tal como se hace en la actualidad ; midió el año con un error de 6,5 minutos; descubrió la precisión de los equinoccios; calculó la distancia de la Tierra a la Luna con bastante precisión (aunque los sabios de la India lo habían logrado 3000 años ac); y lo más importante que se relaciona con el aparato en cuestión, desarrolló una teoría que explicaba las irregularidades del movimiento de la luna por el cielo debido a su órbita elíptica.


Conclusión.


Aun así no existe ningún escrito en los textos de la historia de Grecia que se hubiera construido un mecanismo con semejantes características, ni en la época de Hiparco o de otros, incluso antes o después, el sofisticado elemento parece ser de otro tiempo y construido por ingenieros con conocimientos más avanzados.
Las investigaciones seguirán alrededor de este extraordinario artefacto que aunque la ciencia ha tratado de develar no ha podido del todo explicar por quiénes fue hecha y cuál fue el propósito original de su invención además de la tecnología empleada.


* FA no concuerda con las fechas necesariamente.


Fossil Adventure.

2 comentarios:

  1. Desestimar los avances tecnológicos de las civilizaciones antiguas es un error, los descubrimientos avalan la inteligencia de esta gente y lo que lograron inventar y descubrir. El aparato de antikethera deja al descubierto que la historia convencional de la raza humana en alguna parte no se escribió como corresponde.

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  2. Hiparco de Nicea, obviamente no es el primer científico en el área de la astronomía, atribuirle el altamente complicado engranaje, es pasar por alto a otros que lo antecedieron de diferentes civilizaciones y culturas desaparecidas cuyos conocimientos y avances tecnológicos quedaron gravados en la piedra.

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