Carcharocles Megalodón, (diente grande) este es el nombre científico que le dio Louis Agassiz en 1835 con el cual se conoce a uno de los más grandes depredadores marinos jamás imaginado por la mente humana.
Por los
fósiles que se han encontrado de este terrible animal, los teóricos de la
evolución creen que vivió entre veinte y quince millones de años* y que su desaparición ocurrió hace un millón de
años* atrás, es decir desde el Oligoceno al Plioceno si nos aplicamos a la muy discutible tabla geocronológica.
El registro fósil de Chile es muy grande y diverso, abundan los fósiles marinos, en este registro tenemos al Megalodón, estamos
considerando a un tiburón desaparecido, que según los expertos tiene que haber
sido uno de los más terribles asesinos de los mares antiguos, una verdadera máquina de matar. Sus
medidas oscilan hasta los 20 metros de largo y tal vez mas según algunos, con un peso estimado en casi 30 toneladas los fósiles más característicos que tenemos de este colosal espécimen
son sus dientes y vertebras.
Ataque mortal, foto Tim Scheirer. |
La existencia del tiburón blanco ha permitido a los científicos hacerse una idea de cómo podría haber sido la anatomía del Megalodón, incluso algunos creen que el Gran Blanco es un descendiente directo del megalodón y otros no están muy de acuerdo como es típico en las propuestas evolucionistas, demás está decir que la ciencia no tiene una posición clara al respecto.
Según la ciencia los
tiburones aparecen desde el Devónico y se pasean por las aguas del planeta
hasta el presente, animales poderosos y
supervivientes extraordinarios, los que
quedaron extintos tenían
características especiales y únicas según los pocos fósiles recolectados y los que han permanecido vivos aun nos
sorprenden, los hay de toda clase y medidas y son tema de estudio constante
para la ciencia, obviamente no todo está dicho sobre los tiburones y es muy poco lo que sabe de ellos.
Tiburón blanco actual. |
Proporciones del coloso en comparación con el Gran blanco. |
El tiburón blanco o jaquetón con 7 metros de largo y 3 toneladas de peso se le conoce con el nombre de Carcharodón Carcharias por lo que los científicos deducen que es del mismo género del Megalodón, eso sí guardando las proporciones entre el coloso desaparecido y el más grande de los depredadores vivos, debido a la gran cantidad de hallazgos fósiles de este formidable cazador de aguas antiguas en los diferentes Continentes los teóricos de la ciencia han concluido que su distribución estaba esparcida por todo el planeta.
En Antofagasta, Chile se han encontrado bancos fósiles de dientes y vértebras en la zona denominada Bahía Tiburón, área protegida y prácticamente en toda la costa del país, hasta Punta Arenas se han registrado hallazgos de este gigante acuático, sin dejar de mencionar Caldera en la formación Bahía Inglesa donde los especímenes son muy abundantes, tanto que muchos han saqueado el lugar para beneficio ilegal, se han encontrado dientes por sobre los 20 cm. por lo que se sugiere que el megalodón estaba en la cúspide de la cadena alimenticia de su tiempo.
Los investigadores consideran al Megalodón como uno de los mas grandes depredadores del mar que hayan existido jamás, y lo ubican al mismo nivel que los terribles cazadores marinos del Jurásico y del Cretácico, como el mosasaurio y el liopleurodón con la diferencia que estos eran mas bien reptiles marinos, de los restos fósiles encontrados se ha deducido que
se trataba de un tiburón con fisiología similar al actual tiburón blanco, así
que la figura convencionalmente aceptada del Megalodón sea la de un tiburón
blanco sobre proporcionado, si realmente el carnívoro actual y el megalodón estuvieran emparentados, entonces la fisionomía del megalodón debería haber sido similar o sea en forma de torpedo, con cinco branquias laterales
de gran tamaño, una gran aleta dorsal y aletas caudales a manera de alas de avión.
Tremenda megabestia requería de presas que satisfacieran su apetito por lo que con toda seguridad su dieta estaba compuesta de ballenas, orcas y posiblemente de cefalópodos gigantes además de otros desprevenidos de su tiempo, estas deducciones se han realizado a través de su única parte fósil, sus dientes, el diente de este señor del mar es prácticamente igual al del tiburón blanco, obviamente exceptuando el tamaño, se trata del clásico diente de simetría triangular con los bordes aserrados y de aquí la deducción de que nuestro amigo oceánico fuera el antecesor del jaquetón.
Este es el único argumento serio para suponer que el megalodón era el hermano mayor del tiburón blanco ya que solo la familia de los lamnidos poseen esos dientes.
Su mandíbula era terrorífica, capaz de
tragarse un animal entero de un solo mordisco y el diámetro de mordedura estaba por sobre los dos metros, es muy conocida la reconstrucción de una
mandíbula que se conserva en el Museo Smithsoniano en 1982 John Maisey fue invitado a supervisar el montaje de una nueva
restauración de estas mandíbulas aunque ya por entonces se sabía que el armado anterior hecho por el profesor Bashford Dean, estaba sobredimensionada y técnicamente no correspondía a las evidencias existentes.
La versión
actual pasó a exhibirse al público en 1985 siendo un tercio menor que las
originales, sin embargo, no por ello deja de ser
impresionante si la mandíbula original de Bashford Dean hubiese sido
correcta, el megalodón debería haber tenido un tamaño sobre los 30 metros de largo, algo que muchos consideran no imposible siempre y cuando no dejemos de pensar que los tiburones blancos son megalodones de tamaño mas pequeño. En los tiburones blancos existe una determinada proporción entre el
tamaño del diente y la mandíbula, pero en otras familias de escualos, ésta
escala no se observa, así que nadie puede asegurar con total exactitud el tamaño
del megalodón.
Por tanto, si queremos conocer mas a fondo la
fisiología del megalodón, tenemos que basarnos en lo que sabemos del gran
blanco, este tiburón pertenece al orden lamniforme y a la familia de los lámnidos dentro de ésta familia solo hay 5
especies, entre las que destacan el gran blanco y el marrajo son de aspecto grande y robusto, fusiformes, ojos
relativamente grandes, hocico largo y cónico, las hendiduras branquiales de las
especies de ésta familia son grandes pero no rodean la cabeza, tienen foseta
precaudal y fuertes quillas.
Su cola es corta y casi simétrica en forma de media luna con el lóbulo inferior largo, el hábitat son las aguas oceánicas y costeras, prácticamente están en todos los océanos pero con temperaturas templadas frío a tropical, a lo largo de su vida reproductiva suelen tener entre 2 y 16 crías, aunque en el caso del tiburón blanco no se tienen datos confiables.
Fósil imposible con la mordida de un tiburón. |
El estilo de caza de este coloso, se cree era muy parecido al del tiburón blanco, tanto el megalodón como el Jaquetón son acosadores, navegan normalmente a una cierta profundidad observando todo lo que se mueve por sobre ellos, al detectar un posible alimento se ubican justo por debajo, toman impulso y suben a gran velocidad para lanzar una mordida mortal.
Diversas piezas dentales de tiburones. |
De este ataque la presa queda herida de muerte o muy debilitada, aparentemente el gran blanco no vuelve atacar otra vez si no deja que su presa muera, y finalmente procede a devorarla, es posible que este tipo de ataque haya sido el mismo utilizado por el Megalodón. Ambos eran emboscadores, acechaban a sus posibles victimas y atacaban de la misma forma.
Mandíbula reconstruída según Vito Bertucci. |
Es tanto el interés por parte de la ciencia y otros por este titan de las aguas antiguas, que un famoso cazador de fósiles, nos referimos a Vito Bertucci, que se propuso hacer un trabajo a prueba de su propio seudónimo "megalodón" y ha logrado ensamblar una mandíbula de nuestro amigo del mar que se ha considerado como la más grande del mundo con una medida de 3.35 metros de diámetro y con 2.74 de alto, le tomó 20 años encontrar los dientes de esta especie de Carolina del Sur U.S.A. y nada menos que 16 años ensamblarlos, esta mandíbula se compone de 182 dientes fósiles y con algunas inclusiones de hasta 18 centímetros de alto.
Conclusión.
Una cosa queda clara a pesar de tantos hallazgos alrededor del mundo, especialmente de las piezas dentales es muy poco o nada lo que se sabe de la gran estrella oceánica, los
científicos debaten el por qué ya no hay megalodones en los océanos actuales,
cuales fueron los motivos de su
extinción, ellos no se ponen de acuerdo, por eso las teorías abundan, aunque algunos
bastante coherentes piensan que un cambio climático posterior a una mega
catástrofe y seguida de una glaciación de carácter global fue lo que originó su
desaparición, como sea lo único cierto es que el escualo seguirá dando que
hablar y su fama seguirá creciendo como la espuma de los litorales donde se han
hallado sus restos, o como su temible mandíbula repleta de increíbles dientes que
saborearon las presas que las aguas del
pasado le proporcionaron.
* FA no concuerda con las fechas necesariamente.
Fossil Adventure.
excelente artículo!!
ResponderEliminarsiempre es un misterio las proporciones y la evolución. en el celecanto fosil hay las mismas dimensiones que en el viviente encontrado en las aguas de sudafrica.
ResponderEliminarGracias Pr. por sus comentarios... es cierto hay cosas que nunca sabremos, la ciencia se queda corta y no es dueña de toda la verdad, nosotros somos privilegiados al estudiar y conocer por medio de los fósiles lo extraordinario que fue la vida del pasado. postdt. hay una foto suya de algún álbum que deseo me la preste para usarla en el artículo desde ya gracias.
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