El fascinante registro fósil no descansa y nos ofrece especímenes realmente increíbles y en algunos casos casi imposibles, aunque estos fósiles son muy comunes y su distribución estuvo en muchos lugares del mundo había algo que no se sabía de el, en este
marco el fósil al cual nos referiremos ha sido para los teóricos de
la evolución un verdadero desafío y la ciencia convencional lo ha calificado
como "uno de los más grandes descubrimientos de la historia" y de este impresionante
registro, no se si será para tanto, pero los expertos una vez analizadas las muestras proponen que debe ser el
registro más antiguo del que se tenga memoria relacionado con la reproducción
sexual, el supuesto teórico por parte de
la ciencia sobre la copulación y la fertilización interna, argumentan que se remonta a unos 385 ma* según la
medición geocronológica en los mares del Devónico.
SEXO ESCRITO EN ROCA.
La investigación estuvo compuesta por un equipo de
especialistas de Australia, Estonia, U.K, China y Suecia los que estudiaron un
buen número de especímenes de todo el planeta, pertenecientes a diferentes
colecciones y museos. El estudio que se llevó a cabo en las dependencias del Museo de Historia Natural de Londres y el Museo Victoria de Australia sugiere
que los responsables de esto son nada menos que unos antiguos "peces" llamados
placodermos reconocidos por la aparente forma blindada de su cuerpo y como estos
animales fueron clasificados como vertebrados la ciencia supone que son
ancestros de los humanos de los más distantes en el tiempo, el hallazgo se
efectuó en Escocia, el fósil tiene nombre y se le conoce como Microbrachius dicki, entre los especímenes
uno se destacaba porque tenía un embrión de 5 centímetros "es la evidencia más
antigua de reproducción interna" declaró Zerina Johanson, perteneciente al
equipo de investigación y lo llamaron incisoscutum
ritchiei.
Fósil de Microbrachius. |
Según los especialistas "en cierta parte de la evolución" el
animal sufrió una "modificación" de la aleta pélvica en su vientre, es lo que
piensan los autores de este estudio, el macho habría transferido esperma a
través de esta aleta, parecida a la de los tiburones modernos, durante el
apareamiento, los investigadores pensaban que este fósil, que estaba en la
colección del Museo de Londres desde 1980 había muerto después de comer, pero
cambiaron de opinión cuando consideraron que era un embrión.
El investigador australiano John Long en la Revista Nature
ha sugerido cómo pudo haberse desarrollado "por vez primera" el momento más
lejano en el pasado remoto una relación sexual, piensa que el pequeño
placodermo macho tenía una extremidad genital en forma de "ele" un hueso que le
llaman "claspers" que tenía la función de conducir la esperma a las hembras,
ellas a su vez desarrollaron pequeños huesos pares para presionar los órganos
masculinos en su lugar para el apareamiento.
Microbrachius, Museo de Australia del Sur. |
Igualmente han dado las medidas del fósil, 8 centímetros de
largo es decir bastante pequeño, este primer "copulador" vivía en los hábitats lacustres
del pasado de Escocia, además de encontrarse en Estonia y China. El académico
citado es el autor principal de la investigación y ejerce como profesor de
paleontología en la Universidad de
Flinders en Adelaida, Australia del
Sur, fue quien descubrió esta posibilidad para el apareamiento cuando
observó unos fósiles en la Universidad
Tecnológica de Tallin en Estonia, dice que encontró el órgano reproductor
más primitivo que se conozca en fósiles de vertebrados.
Recreación del fósil y su posible copula. |
Era un verdadero misterio de muchos años porque no se sabía
para que servían los huesos del pequeño blindado, ahora concluyen que el
propósito era para el apareamiento.
Estos animales ya desaparecidos que ostentaban mandíbulas con
placas cortantes y cuyo nombre microbrachius
tiene el significado de "pequeños brazos" ya se habían hecho estudios según Nature el 2008 y 2009 sobre los placodermos,
pero eran de grupos más "avanzados" ahora aseveran que este descubrimiento los
lleva a un tiempo más temprano en la escala evolutiva.
Los teóricos en su afán
de tener un "orden en el árbol genealógico" sugieren que mucho más allá en
alguna parte del tiempo geológico existían unos peces sin mandíbula, cuya forma
de reproducción era por medio de fertilización externa que como sabemos la
esperma y los huevos son expulsados al agua después se unirán y el resultado
será nueva vida, estos posteriormente dieron origen a peces sin mandíbula
conocidos como lampreas los que todavía existen y usan la misma forma de
reproducción.
Dibujos de la increíble posibilidad. |
También el doctor Brian
Choo, que es el coautor del informe y miembro del Flinders Postdoctoral Research Fellow, piensa que el descubrimiento
representa por primera vez en la "evolución" que los machos y hembras de
placodermos mostraron diferencias en su apariencia física, dice esto porque
hasta aquel "instante" de la evolución los esqueletos de los vertebrados con
mandíbulas no se podían distinguir entre hembra y macho pues tenían las mismas
estructuras esqueléticas según su opinión.
Como sucedió nadie lo sabe, en realidad es mejor decir que cuando se encontró el registro fósil de estos
animales acuáticos estos tenían sus órganos sexuales totalmente diferenciados,
porque no existe ningún fósil de esta diminuta criatura que indique una transición, claro que el Dr. Long insiste en que
los placodermos son de vital importancia en la evolución de los vertebrados
donde la ciencia incluye a los humanos y más porque teorizan que los
placodermos eran una "vía muerta que no tenía parientes vivos" ahora creen que
el hombre y estos animales están íntimamente relacionados porque analizan algunas
de las características que distinguen al hombre como la mandíbula los dientes y
las extremidades pares, suponen que tuvieron su origen en los placodermos y de
paso los pequeños acorazados nos legaron las relaciones sexuales.
Igualmente el paleobiólogo de la Universidad de Oxford de Gran Bretaña, Matt Friedman que no participó del estudio ha descrito el descubrimiento
como algo muy notable en la historia de la ciencia y cree que todavía hay mucho
por descubrir en este aspecto.
Demás está decir que estos pequeñines fueron un verdadero dolor de cabeza para la ciencia que trataba de ubicarlos en algún lugar de la escala evolutiva, entre el Silúrico y el Devónico, lo interesante es que aparece de "repente" sin ancestros y sin transición... es como es, hasta que desapareció.
Demás está decir que estos pequeñines fueron un verdadero dolor de cabeza para la ciencia que trataba de ubicarlos en algún lugar de la escala evolutiva, entre el Silúrico y el Devónico, lo interesante es que aparece de "repente" sin ancestros y sin transición... es como es, hasta que desapareció.
Particularmente también creo que hay mucho que descubrir y el registro fósil impresiona cada día mas .... y podría ser que la ciencia se tope con la verdad.
*FA no concuerda con las fechas necesariamente.
Tomado en parte de la Revista Nature.
Fossil Adventure.
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